El Algoritmo de Google

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      Hace algunas semanas nos preguntábamos en Perseidas si la ciencia ficción se anticipaba a los descubrimientos o si, por el contrario, era una parte de la inspiración que guiaba a los científicos. Esta semana, los medios de comunicación han vuelto a poner el tema en danza con esa noticia de que Google está desarrollando un algoritmo para detectar qué miembros de su personal son los que en un futuro abandonarán la empresa.

 

      Por lo visto Google estaba muy preocupada ante el hecho de que parte de su personal, entre ellos ejecutivos e ingenieros, tentado por otras empresas o simplemente desmotivado, había decidido abandonarlos. Supongo que el miedo real es que la tendencia se acentúe en el futuro y termine perdiendo lo que más vale de cualquier empresa: el elemento humano.

 

      Así pues, armados de historiales, nominas, ascensos, informes y Dios sabe cuántas cosas más se han lanzado a desarrollar un modelo que les permita determinar quienes están en peligro de sufrir este síndrome de abandono y tomar medidas antes de que esto suceda. De hecho, la noticia incidía en el hecho de que Google sería capaz de detectarlo aunque el sujeto en cuestión no hubiese pensado en ello todavía.

 

      Leyendo la noticia, inmediatamente me vino a la memoria la trilogía de la Fundación de Isaac Asimov y digo trilogía con cierta reserva porque al final no sé cuántos libros han terminado formando parte de ella. La cosa es que la trilogía gira en torno a un matemático (Hari Seldon) que descubre un método para predecir la conducta de la humanidad a largo plazo. Para ello solo deben darse dos condiciones y es que la conducta previsible sólo puede aplicarse a un colectivo lo suficientemente grande de personas y que estas no deben conocer previamente el resultado de la predicción.

 

      No vamos a entrar a valorar la posibilidad de que tal método matemático sea posible pero no se puede negar que el tema es atractivo y que, además, a primera vista no parece tan descabellado. Es muy difícil, por no decir imposible, prever la conducta de un individuo pero no parece tan complicado hacerlo sobre una multitud. Así resulta que no podemos saber si José García va a organizar un problema en el concierto de Madonna pero no es difícil imaginar los problemas que originarán una masa de veinte mil fans. Del mismo modo nos encontramos con que, por ejemplo, el tráfico en las carreteras a nivel personal es impredecible pero el desplazamiento de dos millones de personas en un fin de semana sigue unas pautas que nos permiten organizarlo de alguna manera.

 

      Visto así estamos condenando a Google al fracaso ya que ellos pretenden afinar de tal manera el análisis que se saltan este punto del número mínimo de personas para entrar a examinar elemento por elemento con lo que caemos en la más absoluta de las locuras. No sé si la prensa se hará eco del desarrollo de este proyecto y nos informará de los resultados pero me encantaría que, dentro de unos años, nos confirmasen si el algoritmo de Google dio resultado y redujo la tendencia o si solo sirvió para que unos cuantos especulásemos sobre ello.

 

      Por otro lado nos queda la inquietante duda de cuál sería la utilización de esta información resultante ¿pretende Google incentivar a los posibles tránsfugas para que se queden o solo intenta quitárselos de en medio antes de que sean la causa de un problema mayor? Sinceramente creo que no hace falta tanto algoritmo ni tanta gaita. Si quieres que tu personal permanezca fiel a la empresa solo tienes que tratarle bien, pagarle como se merece, motivarle convenientemente y ofrecerle un entorno de trabajo adecuado. Claro que puede que esto sea más complicado que darle vueltas a un método matemático que nos permita quedarnos con aquellas personas que se quedarían con nosotros en cualquier circunstancia.

 

      Isaac Asimov, donde quiera que esté, sonreirá sin duda al ver que una empresa tan importante sigue los pasos del protagonista de sus novelas pero hay una cosa que me inquieta más todavía. La Fundación no es la única referencia que he encontrado para este tema. Hace poco la película Minority Report jugaba con la idea de que la policía era capaz de predecir los crímenes aun antes de que la idea rondase la cabeza de los culpables. No sé, pero estos cruces entre la realidad y la ciencia ficción son, cuando menos, inquietantes.

~ por perseidas en 25 May 2009.

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